EL CHACAL
Tiempo de invierno, todo estaba cubierto de nieve, el sol apenas asomaba su aureola, el frió era envolvente pero a pesar de eso en los campos se veía jugar a los niños.
Yo mientras tanto observaba todo desde la punta de aquel barranco, donde avía visto morir a el hombre mas astuto que e conocido.
Conocí a el chacal cuando éramos apenas unos niños, siempre jugábamos en la casa abandonada de la familia Reyes, sus paredes agrietadas por los innumerables temblores que en ese lugar ocurrían avían echo que la casa tuviera un aspecto tal lúgubre los cristales rotos de las ventanas y aquellas cortinas que tanto miedo nos causaban, eran del color de la sangre, la sangre que hay se derramo al morir el hijo único de los Reyes, cuentan los ancianos que un día una mujer llego al pueblo y ellos amablemente ofrecieron su casa a esta extranjera, pero ella no era una persona común, a su llegada comenzaron a ocurrir muchas cosas, por las noches se escuchaban cánticos con dialectos tan antiguos que eran totalmente incomprensibles para los viejos del pueblo pero al amanecer preguntaban al señor Reyes que avía ocurrido y el siempre respondía levantando los hombros, la mujer estaba embarazada pero nadie savia quien podía ser el padre, aquel pueblo tan apacible comenzó a ser un lugar que los arrieros evitaban por las noches decían que los perros eran horrendos, ocurrían cosas muy extrañas pero lo mas extraño ocurrió aquella noche que todos los ancianos cuentan, cuando escucharon ese grito, ese grito proveniente de ultratumba un grito desgarrador, todos acudieron a la casa de los Reyes para saber que avía ocurrido, pero cual fue su sorpresa cuando al entrar en la casa encontraron al pobre niño descuartizado, su sangre en aquellas cortinas, era una abominación los ojos de el infante yacían a un costado del inerte cuerpo cercenado sus manos parecían haber sido arrancadas de su cuerpo, pero lo mas horrendo estaba mas allá, en la oscuridad apenas alumbrada por la luz de la luna sen encontraba la mujer muerta al centro de una señal del infierno, los ancianos no quieren hablar de que fue lo que ocurrió con aquel nonato, nadie lo sabe, solo aquellos que estuvieron hay para presenciarlo.
Nosotros jugábamos en esa casa por que sabíamos que nadie nos interrumpiría contábamos historias, y esperábamos los fantasmas por las noches, nunca ocurrió nada extraño pero un día él entro en la casa y dirigiéndose a nosotros dijo, buenas noches niños que hacen ustedes aquí... yo me quede sin palabras no savia que decir pero mi amigo contesto y comenzó a platicar con el señor partir de esa noche comencé a alejarme de mi amigo nunca estaba en su casa, nadie savia donde se encontraba, solamente se le veía con él. Cuando fuimos hombres mi amigo era la persona mas temida en el pueblo, si alguien le provocaba lo casaba y asesinaba a sangre fría pobre de mi amigo le acusaron de satánico y fue quemado aquí donde estoy yo ahora pero hay una cosa que el me dijo la ultima ves que nos vimos fue cuando yo regrese al pueblo después de muchos años de estar viajando alrededor de México, mi trabajo así lo requería, cuando llegue lo encontré en esa cantina que tantas noches anhelamos conocer donde Juanita bailaba para todos los hombres del pueblo ella era tan hermosa, me avía jurado que cuando regresara al pueblo lo primero que aria seria ir a la cantina, hay estaba mi amigo sentado en el rincón de la cantina cobijado por las sombras que hay se le ofrecían lo reconocí y fui a inmediatamente a saludarlo, tanto tiempo de no vernos amigo, que a pasado con tu vida me pregunto, y yo, comencé a contarle mis aventuras le conté de aquella noche en Oaxaca cuando presencie un ritual sagrado, le conté que en mi estancia en Chiapas descubrí los misterios de la cultura maya los mayas son un pueblo muy místico secretamente influenciado por culturas tan antiguas como la humanidad misma, su conocimiento de las estrellas era asombroso, el me contó algo muy extraño me recordó a aquel hombre y todo lo que le avía enseñado me contaba que podía hacer cosa, era capas de manejar todos los elementos a voluntad pero que ese poder tenia un precio muy alto que ya estaba muerto me miro a los ojos con esa mirada que aun ahora me estremece y dijo, que él vendría pronto a cobrar sus favores, no se bien si abra sido él, o tal vez los pueblerinos lo decidieron primero pero mi amigo estaba muerto y hoy estoy aquí esperándolo a él.